Coeur de cuisine

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Coeur de cuisine - Corazón de cocina

miércoles, 31 de agosto de 2011

Zumos de verano (zanahoria y sandía)


Hace un par de semanas intentamos comprar otra licuadora más pequeña, y sobre todo, más nueva (tiene más años que yo), aunque funciona a la perfección, pero nos ocupa mucho sitio.


El intento fue fallido, entre otras, tenían muy poca capacidad de recogida de pulpa y piel y las grandes como la nuestra de gran capacidad, valían unos cuantos dineros, así que seguimos teniendo nuestra super licuadora del año mil, jajaja.

De todas formas, lo que me interesa es que salga un estupendo y perfecto zumo, y es lo que he conseguido.



Como estamos en verano y hay que aprovechar las frutas y verduras que se nos ofrecen, he decidido hacer dos zumos muy sanos, rápidos y todo completamente natural, como siempre.


Zumo de zanahoria y manzana:
-6 zanahorias
-1 manzana

Pelamos y lavamos las zanahorias; a la manzana la descorazonamos y la pelamos, y después la cortamos en 4 para que quepa por el agujero de la licuadora.
(no hace falta que esté todo bien pelado, lo que sobre, lo desechará la licuadora).

Metemos en la licuadora todos los ingredientes y servimos.



Zumo de sandía:
-3 rodajas de sandía

Quitamos las pepitas visibles, a grosso modo, separamos la corteza, intentando apartar la parte más blaca, y troceamos en triángulos del tamaño del agujero de la licuadora.

Metemos en la licuadora y servimos.


Para que estén más fresquito os recomiendo que tengáis los ingredientes en el frigorífico, y después, cuando tengáis el zumo hecho, lo metáis un rato más. También podéis congelar el vaso unas horas antes, a modo “jarra de cerveza veraniega”.

Fácil, ¿no?

viernes, 26 de agosto de 2011

Garbanzos con chorizo y arroz

Sé que en este tiempo, no es el momento de comer un plato tan contundente como son los garbanzos, y menos caliente; ahora se comerían en ensalada, o en dip, como el hummus.

Pero bastante gente me está pidiendo que haga platos de cuchara. Así que esta primera receta para que disfrutéis de un buen plato de cuchara.


La verdad que estos garbanzos los hacemos siempre en casa y no tienen ningún secreto; el secreto es hacerlos con amor y cariño, jaja.

Lo más curioso de todo es que de pequeña, no me gustaban los garbanzos de mi madre, a mí sólo me gustaban los de José, el cocinero del colegio.
Y mira que es raro que te guste antes la comida del colegio que la de casa (y eso que había mucho que era incomible, como los purés dichosos…). Pues oye, aquí la presente, que no quería comer garbanzos más que en el cole…



Ahora, tras más de 15 años de aquello, no se me ocurriría comer los del colegio. ¡Los de mi madre están exquisitos!


Pero bueno, otro día os cuento más anécdotas curiosas de mi vida de corazón de cocinera; así que, vamos a lo que vamos, os presento la receta de garbanzos con chorizo y arroz.

El arroz en las legumbres es una forma perfecta de combinar las proteínas necesarias en una sola comida, y en un sólo plato. Siempre es recomendable comer legumbres con algún tipo de cereal.

Nosotros desde siempre hemos comido un plato grande, y la mayoría de las veces, no comemos un segundo, pues no lo necesitamos; sería comer por gula, y eso, es sabido por todos, que no es bueno.


En este caso, no usé los garbanzos de toda la vida, sino los pedrosillanos, que son más pequeñitos, muy graciosos por cierto. Son menos duros tras cocerlos. Aunque requieren tenerlos en remojo toda la noche con bicarbonato, para que, al absorber el agua, se ablanden.



Si algún día no tenéis tiempo, como nos ocurre mucho a nosotros, también podéis comprar un bote de garbanzos ya cocidos y tardáis 10 minutos en tener un plato perfecto.

No me enrollo más, ahí va la receta.

Ingredientes:
-4 puñados de garbanzos pedrosillanos
-una cucharadita de bicarbonato
-media cebolla en cuadraditos
-chorizo (unos 8 rodajas no muy gordas)
-una hoja de laurel grande
-un ajo pelado (entero)
-arroz
-aceite
-sal
-agua

Lo primero que tenemos que hacer, como he dicho más arriba es dejar los garbanzos en agua con bicarbonato, toda la noche.


En una olla a fuego medio, echamos aceite para pochar la cebolla junto al ajo y el chorizo.

A continuación vertemos los garbanzos previamente escurridos, cubrimos de agua, sazonamos y ponemos una hoja de laurel. Tapamos la olla y dejamos cocer hasta que estén blandos, unos 50 minutos. El tiempo puede variar de uno a otro, lo mejor es que como hay que ir removiendo, que se vaya vigilando y probando hasta que estén. Si se hace en olla Express, es mucho más rápido uno 10 – 15 minutos.

En este tiempo cocemos el arroz con una hoja de laurel y un poco de sal. Escurrimos y reservamos.

Una vez cocidos los garbanzos y el arroz, emplatamos; se puede poner mezclado, o por separado, y adornamos con el laurel y con el chorizo.


¡Espero que los probéis!



miércoles, 24 de agosto de 2011

Dos ensaladas de trigo

Ya hace un tiempo que íbamos buscando algún ingrediente diferente para ensaladas de verano, tipo arroz.

Por fin, mi padre encontró trigo, y la verdad que nos gustó mucho. El sabor es algo intermedio entre la pasta y el arroz.


Propiedades del trigo:
-combate el colesterol y disminuye la cantidad de azúcares en sangre,
-da energía,
-contiene mucha fibra, vitaminas, selenio y zinc
-estimula la actividad mental y reduce los estados de nerviosismo
-reduce la probabilidad de sufrir ciertos tipos de cánceres: pecho, útero y próstata,
-contiene ácido Linoleico que facilita la asimilación de grasas, proteínas y azúcares,
-y además de todo, tiene propiedades antioxidantes.



Con todo lo que os acabo de contar sobre sus propiedades, creo que ninguno deberíamos dejar de comerlo, aunque fuera de vez en cuando.


Y ya que estamos en verano, y apetecen las cosas fresquitas, como las ensaladas, me inventé estas dos recetas aptas para todo el mundo.



Para las dos recetas, usé dos vasitos (tamaño vino) de trigo sin cocer. Lo cocí según ponía el fabricante en la caja.

Especialmente nos gustó una de las dos, por su frescura y combinación de sabores.

Ahí va la primera.

Ingredientes (para 1 persona):
-5 cucharadas de trigo cocido
-medio tomate pequeño
-pepino al gusto
-cebolla al gusto

Para el aliño:
-3 hojitas de menta
-2 hojitas de hierbabuena
-una ramita de perejil fresco
-3 cucharadas soperas de aceite virgen extra
-el zumo de ¼ de limón (aprox. 1 cucharada sopera)
-sal

Primero ponemos el pepino cortado en rodajitas, en un bol con agua, sal y vinagre. Dejamos reposar al menos 10 minutos.


Después picamos en cuadraditos el tomate y la cebolla en juliana.

En un cuenco, picamos el 4 el pepino y añadimos todos los ingredientes y el trigo y mezclamos.


Para el aliño picamos muy finito la menta, la hierbabuena y el perejil; lo añadimos a un cuenco, y agregamos el zumo de limón y el aceite, y sazonamos.



Mezclamos enérgicamente y lo agregamos por encima al cuenco con el resto de ingredientes.



La segunda es más sencilla y seguro que tenemos estos ingredientes en casa (para 3-4 personas):
-el resto de trigo que nos haya sobrado
-medio tomate grande
-una zanahoria grande
-lechuga
-cebolla al gusto
-aceite
-sal



En un cuenco echamos:
·         en rodajitas finitas la zanahoria,
·         en juliana la cebolla,
·         en tiras la lechuga,
·         y el tomate en cuadraditos.



Les añadimos el trigo, y aliñamos con aceite y sal.
                                 

sábado, 20 de agosto de 2011

Bizcocho de zanahoria con glaseado de queso

Si, ya era hora de publicar otra vez, pero el trabajo, el estudio y el calor sofocante, me lo ponían difícil. Por fin os presento el segundo bizcocho de zanahoria, éste es íntegramente sólo de zanahoria. Por si no os acordáis, el anterior fue con manzana (por si queréis verlo, aquí).


El primero fue una auténtica sorpresa, llevaba viéndolo en múltiples blogs, y tuve que probarlo. Cómo un vegetal tal que la zanahoria, podía usarse como elemento dentro de la repostería y crear un sabroso y perfecto bizcocho…



Creo que con el tiempo, y esto me parecía muy raro hasta hace poco más de dos meses, estoy aprendiendo a elaborar mis propias recetas, a partir de ideas que veo en la televisión, o incluso ver un libro. Sin copiar cantidades, y a veces, ni siquiera ingredientes.



Lo que ya me parecía una auténtica dificultad era hacer una receta propia… Lo que últimamente, en prácticamente todas mis últimas recetas, está ocurriendo, una mezcla de dos recetas de dos fuentes diferentes, se convierte en mi propia receta. Y la ilusión que me hace ver que además sale perfecta, me enloquece aún más.

En este caso, este bizcocho, está adaptado de dos libros diferentes. Uno es el de Carlos que me regaló para Navidad, y el otro es el que me regaló Elena, una de las compañeras de trabajo de mi madre.


Ayer fue un bonito día en mi cocina, aparte de éste bizcocho hice dos ensaladas de trigo, que colgaré próximamente. Pero hoy, de momento, os dejo éste perfecto y esponjoso bizcocho.

Ingredientes:
-150 gr de harina de repostería
-3 zanahorias peladas, lavadas y ralladas
-100 gr de mantequilla fundida
-2 huevos
-170 gr de azúcar moreno (en ambas dos recetas ponía mascabado)
-un puñado de pasas
-un puñado de nueces troceadas
-una cucharadita colmada de levadura
-una cucharadita de bicarbonato
-la ralladura de una naranja
-una cucharadita de canela en polvo
-media cucharadita de nuez moscada
                                                                         
Para el glaseado:
-200 gr de crema de queso (una tarrina entera)
-90 gr de azúcar glas
-dos cucharadas de zumo de naranja (obviamente, usar la misma naranja que hemos utilizado para la ralladura

Precalentamos el horno a 180º.

Elegimos un molde, preferiblemente cuadrado o rectangular, y lo forramos de papel de hornear, reservamos.



Rallamos las zanahorias y reservamos. Como véis en la foto, están ralladas de dos formas diferentes, una con la gorda, y las otras dos, con la más finita. Así se podían encontrar algunos trozos más gruesos dentro del bizcocho.



En un cuenco batimos el ázucar, la mantequilla y los huevos, ligeramente batidos previamente.

A continuación agregamos las zanahorias ralladas, las nueces, las pasas y la ralladura de naranja. Y volvemos a mezclar.
Después, tamizamos encima la canela, la nuez moscada, el bicarbonato, la levadura y la harina. Mezclamos bien todos los ingredientes.



Vertemos el preparado en el molde que ya habíamos preparado antes y horneamos durante 30 minutos, comprobamos con un palito, como siempre.



Una vez horneado, lo dejamos dentro del molde unos 10 minutos, y como si fuera el brazo de gitano, lo sacamos y lo volcamos otra vez sobre el molde,quitandole el papel. 


La parte de abajo se queda hacia arriba, no pasa nada porque lo vamos a “tapar” con la crema de queso.

En esos 10 minutos, aprovechamos para hacer el glaseado de queso. Mezclamos los tres ingredientes (crema de queso, azúcar glas y zumo de naranja) y con una lengua de repostería lo repartimos por encima.

Como se ve en alguna foto, ayer sólo puse el glaseado en la parte que nos íbamos a comer en ese momento, para que no se ablandase demasiado.


Os animo repetidamente a que lo hagáis.



martes, 16 de agosto de 2011

Dos brownies de chocolate extra negro (los mejores brownies)

Increíble, no tengo, bueno, ni yo, ni mis amigos, ni mis padres, tenemos palabras para describir este perfecto brownie.

Empecé a sentirme un poco Jamie haciendo aspavientos, intentando hablar y poniendo los ojos en blanco con los dos primeros bocados… Realmente es el mejor brownie que he probado nunca.

El jueves, Víctor, nos invitó a su casa y estuvimos en su ático; vimos el atardecer; y por la noche hicimos una barbacoa, una gran Sandía-Sangría que hubo que rellenar varias veces, unos picoteos varios, bebimos unas cuantas cervezas, y para finalizar, hice un brownie.

Lo pasamos muy bien, pero el broche final con el brownie fue espectacular, algunos repitieron hasta 5 veces, otros 4 y sin hablar entre cuadradito y cuadradito. Fue fantástico verlos así de ensimismados con el postre, y para mí, por supuesto, toda una satisfacción.

En realidad, no son dos, sino es el mismo brownie en dos moldes distintos, y uno de ellos lleva pistachos.


La cosa fue que cómo íbamos a ser como unos 10, aumenté un pelín la receta e hice un molde grande para llevarlo, pero también pensé en mis padres, tenía la masa ya tan buena pinta que cómo iba a dejarlos sin probarlo… Además me apetecía hacer un brownie con pistachos, así que el pequeñito, el que se quedó en casa, le añadí un puñadito de pistachos.



Por eso lo de los dos brownies.

Sin más esperas, os dejo la receta.

Ingredientes:
-120 gr de chocolate de, al menos, 70% (yo usé una tableta entera de 81%)
-20 de chocolate de fundir de 55%
-40 gr de cacao en polvo
-160 gr de mantequilla
-3 huevos
-1 cucharadita de levadura
- ½ cucharadita de bicarbonato
-150 gr de azúcar extrafino
-85 gr de harina de repostería
-un puñado de nueces troceadas
-un puñado de pistachos pelados
-60 gr de chocolate blanco en trocitos

Precalentamos el horno a 180º.

Elegimos un molde, preferiblemente, cuadrado o rectangular y lo forramos con papel de horno.

En una cazuela fundimos los dos chocolates (70% y 55%) con la mantequilla. Una vez fundidos, retiramos del fuego y dejamos que enfríe un poco.

En un bol batimos los huevos y el azúcar enérgicamente, y a continuación vertemos el chocolate atemperado y removemos con movimientos envolventes.

En otro bol tamizamos la harina, el cacao, la levadura y el bicarbonato, lo mezclamos un poco con un tenedor y lo añadimos al chocolate, mezclamos un poco y añadimos las nueces y el chocolate blanco. Volvemos a mezclar y rellenamos el molde.

Como en mi caso hice dos, ése es uno, y con lo que quedó de rellenar ese molde hice otro añadiéndole pistachos a la masa, y después de verterlo sobre otro molde, también con papel de hornear, espolvoree algunos más por encima.


Dejamos entre 20 y 30 minutos en el horno.

Los brownies suelen estar cuando el papel de hornear se separa del borde de la masa. Comprobar tras ese rato con un palito igualmente, para mayor seguridad. Dejar enfríar.



Antes de servir, cortar en cuadraditos y espolvorear azúcar glas tamizado.



En este caso, como se ve en las fotos, sólo espolvoree de azúcar glas el de nueces y ése lo corté en cuadraditos. 







Y el de pistachos, no le puse azúcar glas y lo corté en triángulos.



¡¡Espero que lo probéis!!